El impuesto tecnológico pondrá sus ojos en las transacciones comerciales. Y, en particular, en las efectuadas por compañías como Amazon. Se pretende ayudar al comercio tradicional.
La tributación de las empresas tecnológicas está más cerca. Aunque el Ministerio de Hacienda no cuenta todavía con un borrador de anteproyecto de ley —está a la espera de nombrar un nuevo director general de Tributos—, hay una idea que ya manejan sus responsables políticos. Las compañías de comercio electrónico (con límites en función de su tamaño) pagarán impuestos por cada una de sus transacciones comerciales. Si se cumplen los plazos, en otoño se presentará la norma y entraría en vigor a principios del año que viene.
Hacienda, de esta manera, pretende proteger al pequeño comercio, que está en inferioridad de condiciones respecto de las grandes cadenas, cuya cuota de mercado no para de crecer por la generalización de las ventas ‘online’. La idea que maneja Hacienda es gravar ese tipo de operaciones, hoy exentas. Y se mira, en concreto, a Amazon, el gigante estadounidense que reina en el mercado de las compras electrónicas
Fuente: El Confidencial